viernes, 22 de enero de 2010

Dentro de este horror no hay literatura

No, no lo hay. Le robo la frase a Nacho Vegas.

Me pregunto en muchas ocasiones qué es exactamente lo que os hace volver a este mi lugar. Mis palabras están muy lejos de rozar algo parecido a la literatura, y son de poco interés general ya que no son más que todo lo que mi corazón ocupa,  mis días, mis noches perdidas y las canciones que llenan todos esos huecos.

Ayer, cuando atravesaba la ciudad en mi coche, pensé en todos vosotros. No lo he hecho aún en estos casi dos años de andadura, pero es el momento de daros las gracias. Por estar, por venir, por leer.
A los que os pronunciáis y a los que enmudecéis pero sé que estáis. A los que ya me queriais, y a los afectos que nacieron detrás de esta sonrisa felina.

Este lugar me ha traído muchas cosas. Casi todas buenas. Y me siento muy acompañada, muy agradecida de saber que estáis ahí. Quizá todo esto tendría menos sentido si no vinierais.
Alguien me preguntó una vez si escribía para que me leyeran. No exactamente, pero es reconfortante saber que lo hacéis. Y espero que vuestras visitas nunca sean una devolución. Sólo pido, como en todos los ámbitos de mi vida, que todo lo que se genere sea libre, natural. No pido más.

Aquí estoy. Con la puerta siempre abierta. Para lo que queráis.

Y gracias por estar. De verdad.

9 comentarios:

Perrolobo dijo...

Gracias a ti,
por las alas
pensamientos
para revolotearte en silencio.

ybris dijo...

Siempre son las palabras las que hacen volver.
Quizás porque hay palabras que comunican con personas que tienen algo que decir.
Te lo dice quien pasa ahora mirando para encontrar y quien -es obvio- ha imposibilitado toda devolución.
Y por eso no tiene otro modo de agradecer que decirlo en el mismo sitio en que lee.

Besos.

El Náufrago dijo...

Estaba aquí solo en mi isla frente a una hoguera encendida, no por el frío, sino por si alguien la viera y quisiera compartir la noche conmigo.
Un eco lejano me inquietó y comencé a caminar hasta que vi una sonrisa entreoculta entre los árboles, me detuve y eras tú.
No sé si tú entraste en mi isla o yo en tu bosque, el caso es que escuché tus versos y melodías y decidí encender una hoguera para que compartiéramos la noche.


Un abrazo desde la isla,
El Náufrago...

virgi dijo...

Por eso vuelvo: porque a través de tu puerta abierta, adivino una sonrisa.
Esas cosas son importantes.
Y los gatos suelen ser dulces, bajo su apariencia felina.
Un abrazo

Beauséant dijo...

tengo algunos bares y rincones a los que nunca voy, algunos incluso siempre aparecen cerrados... pero sigo pasando por allí porque, ¿sabes? a veces los encuentro abiertos ;)

Laluz dijo...

Bebamos entonces en los bares que aún están abiertos.

Brindemos por las alas, la palabra, las idas y las vueltas, las equivocaciones que quizá no lo fueron nunca, los bosques, las islas y las hogueras. Por los alambres sin red, por los vacíos repletos de mirada plena, por las soledades llenas de papel. Por los encuentros que nadie sabe realmente si es el azar quien los maneja.

Bebamos, y que sea en copa nueva.

Aunque hayan de cerrarnos los bares, siempre nos quedarán las azoteas.

Laluz dijo...

P.S.

Acabo de recordar un comentario que dejó aquí Carz hace tiempo, de palabras de de El Lichis.

"Es la falta de amor lo que llena los bares"

Viéndolo así, vayamos a brindar fuera, si? Con horizontes...

Seda dijo...

Yo regreso pq aqui te tengo mas cerquita. Me gusta este rincon donde te dejas llevar y nos llevas contigo.

Seda dijo...

La frase del Lichis me ha hecho recordar otra de Manolo Garcia cuando estaba en el Ultimo de la Fila que decia; barras de bar, vertederos de amor

Y asi estan las cosas chicos...