lunes, 26 de octubre de 2009

Espabila que no hay


Me taladran las palabras
los albatros me adentellan,
los destellos me deslumbran
y la lumbre se me apaga.


Tu mirada me convoca,
con mi boca yo me llamo
¡Tanta llama se me prende
sin pensar si se equivoca!


Me entra frío por la escuadra
el calor es de artefacto,
se me funde el plomo si te enciendo
y ya no hay luz en que me esconda.


Grito amor y llueven ranas
digo vuelo y se me asustan.


Soy amor y a quién le importa...
soy canción y baila el agua.







La frase que da título a la entrada, me la gritó por la calle un tipo hace meses a las 7.30 de la mañana. Aparentemente no tenía sentido alguno. Y yo no sé si soy yo que a casi todo se lo encuentro, o por fin lo he entendido..

domingo, 25 de octubre de 2009

Ojos de agua


 







Te echaré de menos.
Decir más, sobra.
Mirarte basta.




miércoles, 21 de octubre de 2009

De repente...





Río, río, río, río... y me convierto en mar

A veces río cuando supuestamente no debería, y mi risa está fuera de lugar como esta vaca.
Pero es que a mí siempre me gustaron las vacas en el agua.



sábado, 17 de octubre de 2009

Decidiendo





Decido el silencio como antítesis a la voz, al eco que busco lanzando palabras al aire que hace mucho dejaron de tener respuesta y han dejado de estallar cuando caen. Decido el silencio como muestra de la calma de los días, del paso de la pena instalada. De esta extraña felicidad que me invade sin más motivo que renovar mi mirada.

Decido el silencio porque por fin las llamas crepitan en mi salón, porque Cohen trae la paz a la vigilia. Porque por más que busque anochecer en mitad de la hondonada, el alba no llegará más temprano.



Decido el silencio, porque ya sólo la conversación con mis entrañas basta.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Lleno por favor



La esperanza tan dulce,
tan pulida, tan triste,
la promesa tan leve,
no me sirve.
No me sirve tan mansa la esperanza


La rabia tan sumisa,
tan débil, tan humilde,
el furor tan prudente
no me sirve.
No me sirve
tan sabia tanta rabia.


El grito tan exacto
si el tiempo lo permite,
alarido tan pulcro
no me sirve.
No me sirve tan bueno
tanto trueno


El coraje tan dócil
la bravura tan chirle,
la intrepidez tan lenta
no me sirve.
No me sirve
tan fría la osadía.


Si me sirve la vida
que es vida hasta morirse,
el corazón alerta sí me sirve.

Fragmento de Mario Benedetti




Así que dejen de darme lo que les sobra.
O nos damos vida
y pasos rellenos
o no me vengan caminando de puntillas
si no es, sólo,
para darme una sorpresa.

Que estoy muy harta que el mostrarse asuste y que el ofrecerse deje lívida a la gente. Aún sigo pensando en todos los que se fueron  porque mi sonrisa abraza, porque mis manos tocan, y porque mis palabras sienten lo que cantan. Cualquier día de estos me detienen por sonreir a extraños en la calle.
Cuánto estúpido miedo... Cuánto.

Sigo creyendo que lo mejor que puede pasarnos, es encontrarnos.





sábado, 10 de octubre de 2009

Gato no naces. Gato te hacen.




 Mi gato se tumba encima mío, ocupando todo el espacio. A veces me resulta imposible creer como un ser tan supuestamente pequeño puede parecer tan grande y ocupar media cama de 1,05 que de por sí,  ya en ocasiones deja de ser suficiente.


Ya está mucho mejor. Estamos. Después de tres semanas dónde su hígado casi nos ha dejado sin vida a los dos, (¿será que bebe?) empezamos a ser los mismos de siempre.
Intenta afilarse las uñas que no tiene, que le corté para que darle la medicación no pudiera convertirme en Scarface. No puede salir, no tendría modo de defenderse de sus congéneres. Está aburrido. Estamos. Hasta los cojones que tampoco tiene, porque en ese cruel  intento del ser humano de hacer suyos a los animales salvajes, se los dejé inútiles para que no marcara un territorio que, siempre, triste condena para él sin saberlo, iba a ser suyo.

No te preocupes, le digo. Ya me las afilo yo por ti, que buena falta me hace. Que yo tampoco tengo cojones últimamente, y lo peor de todo es que no sé cuándo ni por qué dejé que me los quitaran. Yo que no tengo territorio que marcar porque todo el planeta es mi territorio, aunque a algunos politicuchos de mierda se les haya antojado poner fronteras y dejar que un papel determine el lugar dónde debe vivir cada ser humano.

Me mira extraño, no sabe qué pasa. No sabe por qué no abro las ventanas que dejan entrar el aire y que él salga. No sabe por qué esta atmósfera se está convirtiendo viciada, no sabe por qué le hago tragar esa basura que sabe a rayos, ni por qué le llevo a un lugar dónde tres mujeres que aparentemente parecían quererle, le suben a un potro de tortura y se asemejan a la Santa Inquisición. Está empezando a poner en duda cuánto le quiero. No dudes, le digo, que todo esto lo hago por ti. Dudamos.

Pero es mi compañero. Aún nos queda mucho que vivir juntos. Si es que a esto, aunque ahora pueda parecer lo contrario, se le pueda llamar vida. Que volverás a salir. Volveremos. Que las uñas crecerán y podrás caminar sin miedo. Creceremos. Que dejarás de tragar  cosas amargas  para volver a saborear mieles felinas.

En cualquier caso, sea como sea, siempre nos seguiremos teniendo el uno al otro. Vivamos.


Larga vida a Pancho.


jueves, 8 de octubre de 2009

Miopía





Olvidé mi corazón

junto a las gafas.

Ahora siento miope,

y veo amor en cada esquina.



Foto extraída de Google

martes, 6 de octubre de 2009

Vacíos

A Ybris



Vuelvo

vacía de vacío

hueca

carente de palabra,
-sin sueño-

vacíos los bolsillos.


Vuelvo

sin unción,

sin rocío

sólo quedó(me) el abismo.




.

lunes, 5 de octubre de 2009

Déjate inundar




"A ti, que inundas este ansia de navegar..."



Que tiemblen las leyendas del mañana o deja que se estrelle este deseo hondo bajo mis pies.

Si se seca este torrente de agua clara y ya no hay mapas que dibujen las veredas de árboles absortos y palabras nunca huecas. Ser silueta en la ventana si la vida quiere convertirse en un río sin caudal y ya no puedo bailar sobre la ola que es mañana entre mis dedos. Si el sol que alumbra en lo alto deja de ser astro para volverse simple vela, si el dolor se reduce a mera desdicha y el milagro en alegría.

Deja que me abrace a los pasos, que se alargue la mano que ha de llevarme hasta tu puerta. Que la voz se aúpe sobre el mar salvaje de tus ojos y el silencio corra presto a esconderse tras la mesa.
Deja que el sueño se haga vida, compañero fiel de tus días y tus noches, y destierra el miedo de filos angulosos y hoja estrecha.

Deja de vivir como si cada día no fuera un nuevo tesoro, como si pudiéramos ahorrarnos vivir sobre la cresta, como si cada otoño no pudiera ser primavera.

P.S.
Ayer se fue Mercedes Sosa.




 Traigo el alma desnuda, el corazón en las manos.
Debiera bastar.


Foto extraída de Google



viernes, 2 de octubre de 2009

Otoño en llamas



Puedo escribir los versos más tristes esta noche
pero no me da la gana
que parece que si lo digo nace,
que si lo grito vuela.
Mejor hago garabatos con la pena,
la dibujo risa
y ella sola se tornará alborozo.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche
En cuanto el otoño se haga más frío
serán pasto de la hoguera.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche
mejor los mezclo con ginebra,
el fuego arde más
entre alcoholes y zozobras.
Humo de la pena
nunca fue perro de presa.

No podrá olfatear el camino de vuelta.

Autumn Leaves por Miles Davis & John Coltrane