jueves, 26 de febrero de 2009

Reductio ad absurdum




Reducción al absurdo (del latín Reductio ad absurdum) es un método de demostración (a menudo usado por Aristóteles como un argumento lógico) en el que asumimos una hipótesis y obtenemos un resultado absurdo, por lo que concluimos que la hipótesis de partida ha de ser falsa.

He decidido vivir en el mundo del absurdo. Todas las hipótesis son falsas. Así que para que plantearme cual es la verdad, si es que existe?

De momento hoy, sólo quiero navegar en una cáscara de coco y disfrutar de esta canción...

Video: Coconut de The Sea and Cake

domingo, 15 de febrero de 2009

Cada vez más de cerca...

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.

Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

Extracto del Capítulo 7 de Rayuela de Julio Cortázar

miércoles, 11 de febrero de 2009

Gatos en los tejados



Alejémonos ahora que aún queda tiempo y espacio.
Ahora que todavía no me ahogo con el humo.
Que queda tiempo para atesorar memoria de peces
y desaparecer sin recuerdos
colgando de un globo.

Alejémonos ahora.

Hoy que parece Berlín,
que las puertas se abren,
que el deseo se empapa de aire
y las palabras no arden…
No arden!

Porque sé bien que nunca llegaste,
siempre fue sólo una huida
y ni siquiera fue hacia adelante.

Hoy más que nunca.

Hoy que parezco un viejo container,
lleno de cosas q yo no guardé en la vida,
que fue metiendo gente dispar
siempre sin pausa y sin prisa.

Hoy, que me siento lleno, relleno,
que ya no me queda espacio.
Que ya no me tiembla el pulso, la voz ni las manos.

Alejémonos ahora que casi no te quiero.

Hoy que todo se olvida y se pierde detrás de los peros.
Huyamos ahora que aún no es tarde
y no soy demasiado viejo.

Meterme en el coche, poner la radio bien alta,
dejar que me inunde el mar de la calma.
Sentirme solo, casi abandonado
y refugiarme en casa o en algún tejado cercano.

Mezclarme con gatos que siempre van con cuidado,
que nunca te rozan más allá de la cuenta
si no te aman de veras.

Alejémonos antes de que se haga tarde.

Antes que la luna caiga sobre mi espalda,
y tus ojos me olviden como cada mañana.

Foto: The Journey by =incredi

martes, 10 de febrero de 2009

Circos acercados


Circos de fantasía inestable,
esfumándose al fumar.

Malabares espasmódicos,
fantasmas, tigres...
Mimos gesticulando canciones
de primaveras por aterrizar.

Zapatones del mañana,
rayas y colores
de un orgasmo
que aún está por llegar.

Seudónimos de la mentira.
Paraguas por empapar.
Narices de payaso
riéndose de la eternidad.

Animales, sondas espaciales,
platos chinos
y un beso musical.

Globos de látex
y piruletas de pan.

Circos de fantasía.
Funambulistas de la realidad.


Foto: Payaso, de Blasgo3

lunes, 2 de febrero de 2009

Sólo por hoy...



Estoy hoy vencido, como si supiese la verdad.
Estoy hoy lúcido, como si estuviese por morir,
y no tuviese más hermandad con las cosas
que la de una despedida [...]

Estoy hoy perplejo, como quien pensó y halló y olvidó.
Estoy hoy dividido entre la lealtad que debo
a la Tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro [...]

Fragmento de Tabaqueria de F. Pessoa
Foto: Ser mi aire by Millin

Porque sin vosotros, duele más...



Abrir una puerta.
Y otra.
Y otra.
Y otra.

Mis ojos se acostumbran a la oscuridad, y busco a tientas el pomo que abre la siguiente mientras aún se escucha el eco sordo de la que cierra.

Y mientras voy avanzando, descifrando sombras y despojándome de lo que queda tras cada puerta, en cada antesala que cruzo me roza la felicidad.

Pero si hay algo que siempre está al otro lado, que siempre me espera con los brazos abiertos, y que no tiene fecha de caducidad, sois vosotros.

Han pasado años, puertas, puentes, mares y mareas, y aún seguís aquí.

Gracias por estar siempre al otro lado.
Siempre habrá nuevos umbrales que cruzar juntos.
Porque sin vosotros, sea lo que sea, duele más.

Video: Salvese quién pueda, de Vetusta Morla