Me cerceno un miembro,
-el invierno-
la muerte detrás de una esquina.
Me dejo desangrar gota a gota
para cuando me armo
buscarte,
recordarme que aún
queda más muerte
en la sangre que te riega.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Suele suceder.
Desangrarse por buscar deja siempre más muerte pendiente que agotada.
Besos.
Publicar un comentario