"¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras
me dirás que te amo? Esto es urgente
porque la eternidad se nos acaba..."
Jaime Sabines
P.S.
Hoy mis manos te buscaban en cada hoja, en cada tecla, en el tenedor, ansioso de trincharte y llevarte hasta mis labios como el pan que me alimenta. Y tu cuerpo, aún sin saber dónde habita, respiraba en mi cuello trayendo el deseo a mi cama pero no a mi lado.
Hoy te he hablado hasta dejarme la garganta seca, desgranando cada palabra, intentando llenarte de este ansia que me consume, que me agota, que agita cada célula de mi cuerpo cuando digo tu nombre.
Hoy te esperado detrás del quicio de todas las puertas, en la salida del trabajo, en el coche, en la puerta de casa, en el supermercado. He visto tus ojos mirando los míos encerrados en el cartero, en el taxista… hasta en el perro del vecino.
Hoy me arroparía entre tus brazos, y lo único cierto es que no sé dónde encontrarlos.
Hoy el cielo hablaba de ti, y ni siquiera sé quién eres.
Hoy el cielo hablaba de ti, y ni siquiera sé quién eres.
9 comentarios:
Quizás lo dijo, pero no con palabras...
Un abrazo desde la isla,
El Náufrago...
Amor, terrible oxímoron:
deshora de las horas, fin de la eternidad.
A su lado y sola buscas lo que tienes abrazada a quien no tienes, nombrando a lo innombrable, pronunciando silencios que duelen de tan dichos.
Amando desde dentro lo que aún no existe.
Precioso escrito.
Besos.
al final todo se reduce a una búsqueda, y lo peor es no saber si lo bonito es sólo buscar o, además, encontrar...
Todo llega. Cuando menos lo esperas...¡zas!...justo delante de ti.
Besos y un tierno miau!
si sabes quien es solo que no lo conoces
Qué palabras tan familiares, giran en órbitas elípticas y se repiten sentimientos que se quedaron prendidos del viento. Como siempre, precioso.
Recuerdos.
Quién eres tú que me recuerdas?
Si no firmas tus palabras no podré recordarte yo también.
Te entiendo. ¿Has probado a emborracharlo? A veces funciona.
¿Cómo se emborracha al amor Coco?
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