domingo, 19 de abril de 2009

Objetos perdidos


-Ey!, oye!, espera!.-¡Espera!- ¡Te has dejado algo!.-

Se aseguró que el libro que llevaba en la mano derecha estaba en su lugar, y giró lentamente la cabeza, dudando que aquella llamada de atención fuera dirigida a él. Me acerqué corriendo hacia donde estaba, mientras se aproximaba casi como con miedo, con los ojos muy abiertos, con expresión de incredulidad. Miró hacia abajo, buscando en mis manos el objeto supuestamente recogido.
-Creo que te equivocas, yo no he olvidado nada.-
-Si adivinas lo que es, te lo devuelvo. Es más, si lo adivinas, prometo que haré todo lo posible para que nunca más vuelvas a perderlo.-
Rebuscó un poco en sus bolsillos, y me miró con cara de desvarío.
-Tú estás loca.- Se dió la vuelta y se alejó calle abajo.

Ahora tengo dos sonrisas, la suya en la esquina de la mía. Esperando que cualquier día descifre el acertijo y vuelva a buscarla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca nadie volverá a por algo que no se dió cuenta que perdió.

Beauséant dijo...

yo pensaba como anónimo, pero un día descubres ese algo en los ojos de otra persona y ¿sabes? no puedes ya vivir sin ello :)