miércoles, 15 de abril de 2009

La ley de la vida


-Cógeme María, cógeme…-

La así en mis brazos sabiendo que sería la última vez que la tendría entre ellos. Sabiendo que sería la última vez que escucharía nítidamente la voz que tantas veces me había arrullado siendo niña. Y entonces la arrullé yo. Devolviéndole todo el amor que me había entregado a lo largo de su vida. Devolviendo algo que no se devuelve.

Aún hoy oigo su voz conduciendo camino a casa, preguntándome como ha ido el día, diciéndome que tenga cuidado. Que no llegue tarde y que no ande sola por ahí. -Que se oye cada cosa hija… Mira que al que te haga daño le arranco el pelo-.

El otro día te vi pasar por la calle. Te vi y justo cuando iba a correr gritando tu nombre, comprendí que no eras tu.

Arráncale el pelo a la ley de la vida Tina. Arráncaselo y déjala calva.

No hay comentarios: