jueves, 25 de febrero de 2010

Calamitoso corazón

"Yo no le temo a los rayos.
Yo no le temo a los rayos
porque tienen luz y brillo,
lo mismo que mi caballo."

El rayo - Pony Bravo


El corazón perplejo

Desventurado corazón perplejo,
inconsecuente corazón,
                                  no dudes.
No tiembles nunca más por lo que sabes,
no temas nunca más por lo que has visto.
Calamitoso corazón,
                              alienta.

Aprende en este ahora
el pálpito que vuelve con lo eterno,
para latir conforme en valentía.
Los números del mundo están cifrados
en la clave de un sol tan rutilante
que te ciega los ojos si calculas.
Ciégate en esperanza,
                                errátil corazón,
suma los números.
Un orden en su imán te está esperando.

Desde el final del tiempo se levanta
un ácido perfume de hojas muertas.
Respíralo y respira su secreto.
Abre de par en par tu incertidumbre.
No permitas
que encuentre domicilio la tibieza,
ni que este inescrutable amor oscuro
cometa el gran pecado de estar triste.

Acógete a ti mismo en tus entrañas
con tu abrazo más fuerte,
tu mejor padre en ti, tu mejor hijo,
gobierna tu ocasión de madurez.

Insiste una vez más,
aspira en estas rosas
su pútrido fermento enamorado.
En este desvarío de tu voz
se desnuda el enigma, transparece
la recompensa intacta de estar siendo.

Aquí estamos tú y yo,
altivo corazón,
                     en desbandada.
A fuerza de caer, desvanecidos.
Y a fuerza de cantar,
                              enajenados.


Carlos Marzal
"Metales Pesados"

2 comentarios:

ybris dijo...

Tiene razón Marzal.
No es extraña la perplejidad de un corazón desventurado, inconsecuente, temeroso y calamitoso.
Más que nunca necesita de la valentía de huir del cálculo para refugiarse en la percepción intuitiva de la luz y su esperanza.
Hay secretos en el tiempo venidero que nos liberan de la duda, el cansancio y la tristeza y nos reconcilian con nosotros mismos.
Seguramente la recompensa intacta de estar siendo toque el corazón y lo haga altivo.

Así sea.

Besos.

Feroz dijo...

jolin... y yo, ¿porqué tardo tanto en entrar en este blog, con lo que me gusta?